jueves, 16 de noviembre de 2017

nada ganamos si seguimos siendo siervos



Si contribuyentes de reino o república,
nada ganamos si seguimos siendo siervos de ellos.

Si, a veces, damos audiencia y credibilidad, -por ello, o no-, al pensamiento y argumentos de una persona o institución, y por el mero hecho de provenir de ésta, su aceptación o rechazo; entonces observaremos que el auditor no posee un pensamiento crítico y autocrítico. Dar crédito a los “soportes” de la transmisión es cosa del campo comercial y publicitario, pero no del raciocinio.

A veces las formas se intercambian y trasladan su aplicación (cual “Photoshop” modificando, alterando la realidad…) a campos para los que no son convenientes ni adecuado… pues no siempre los hechos son extrapolables (ejemplo, resultados de experimentos de laboratorio aplicados directamente a la población real…).

Desde el siglo XIX, y por inducción de la concienciación de clases por parte de la sensibilidad obrera, se vienen intentando “proyectos” de aglutinación (“pueblos del mundo uníos”) y de este principio hemos venido generando estructuras globalizadoras, no siempre acertadas.

Hemos de tener mucho cuidado por la responsabilidad implícita subyacente…  Sobre todo, cuando se ha querido construir un conjunto eliminando otro… resultando ser más, un nuevo imperialismo que un universalismo del proyecto pretendido.

Hoy sabemos que todos los miembros de la especie humana debemos obtener –por derecho, no por concesión de nadie-, la garantía de satisfacer las necesidades básicas de subsistencia (alimentación, salud, seguridad, libertad de pensamiento, asociación y desplazamiento, y creatividad … y autorrealización personal) porque las diferencias no nos pueden destruir ni empobrecer sino facilitar nuestro crecimiento personal y colectivo.

Si tras las Autonomías y los Estados se esconden la desigualdad y tras ésta, el quiebro de la justicia, no defenderé nunca aquellas estructuras que explotan, por acción u omisión, a terceros. Y si la forma de gobierno de una monarquía es corrupta, pero la republica igualmente lo fuera, no apostaré por estas formas injustas de gobernar al pueblo soberano…

Negar una propuesta no supone aceptar la opuesta, probablemente en la disyunción aparezca el error lógico del planteamiento… Sólo hemos de buscarlo, porque pudiendo estar, no le vemos…

Por otro lado, dejo muy diáfano, ¡claro que estoy de acuerdo que al pueblo soberano hay que escucharlo!… previa educación y formación en este propósito … pues, si a un futuro monarca se le propicia una educación exquisita y cuidada para el menester futuro, ¿por qué al pueblo soberano no se le instruye y arguye de/en las fórmulas y consecuencias…? Tampoco podemos confiar el gobierno de los pueblos a patanes e ineptos… que tanto quien elige como el elegido ha de ser merecedor de la investidura de poder para el ejercicio del buen gobierno, - (y no pareciera que me estoy expresando como un simple ilustrado del siglo XVIII)-.

Así, al mismo Pablo Iglesias y su grupo, detecto que están cayendo en un populismo más, y tal error en estos tiempos, es muy peligroso. 

Al pueblo soberano hay que escucharlo mucho más. ¡Cierto!  Luego los referéndums son necesarios ya que el voto a partidos “institucionalizados” con listas cerradas por ellos, a su conveniencia e intereses, no garantiza la verdadera democracia…

Y el independentismo, que intenta valerse de las contradicciones del sistema que le construye, resulta aprovecharse de un uso parcial de este derecho, … tergiversando formas institucionales, resultando una malversación, un uso inadecuado del derecho del pueblo a su bienestar y progreso … no de sus clases dirigentes.

Nada ganamos si somos contribuyentes de reino o de república si seguimos siendo siervos de ellos.

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